Personajes singulares de la Historia XVIII: Homero, el legendario primer poeta griego.


Homero, el primer autor de la literatura occidental, es un absoluto misterio, ya que no se puede asegurar con certeza ni su propia existencia. Por ese motivo muchos han llegado a poner en duda su existencia real, e incluso se han planteado que la Ilíada y la Odisea no fueran obra de Homero. Sobre su figura se ha creado una gran polémica, la llamada “cuestión homérica”, al no saberse con certeza ni cuándo ni dónde compuso sus dos grandiosos y épicos poemas con los que arranca la literatura de Occidental. Ni siquiera se sabe nada del lugar de nacimiento y muerte del padre de la literatura occidental, y poco o nada de su vida. La tradición nos ofrece la imagen de Homero como un poeta ciego e itinerante que viaja por toda Grecia contando las épicas hazañas de los héroes de la Guerra de Troya. Para Platón era el mejor y más divino de los poetas, creador primigenio en el que se formaron los antiguos griegos. Gracias a él Grecia supera su llamada Edad Oscura, en la que se ve inmersa Grecia tras el hundimiento de la civilización micénica. Posiblemente, fueron esos micénicos (griegos arcaicos) los que atacaron la Troya histórica hacia el 1180 a.C. Un hecho que relataría Homero en su Ilíada y su Odisea en el siglo VIII a.C., probable fecha de composición de ambos poemas, con los que Grecia recupera la escritura y supera su etapa de Oscuridad.

Mapa con la Grecia y los héroes que describe Homero en sus Poemas.
Poco dice Homero sobre su persona en la Ilíada y la Odisea, sólo tenemos alguna referencia en su Himno Homérico a Apolo donde se define como “...un ciego que habita en la escarpada Quíos”. Quíos es una isla del Egeo oriental donde incluso en el siglo VI a.C. había una casta de poetas épicos y recitadores que se autoproclaman sus descendientes denominándose Homéridas. Además Quíos está dentro de la zona jonia, donde se habla el dialecto jonio en el que están escritos los poemas homéricos. Pero hay muchas polis que se disputan ser la patria de Homero como: Pilos, Argos, Atenas o Esmirna, que también está en la zona jonia tan mencionada en los poemas homéricos. Quíos parece la patria mas probable de Homero, pero no se puede afirmar con certeza. Según la tradición Homero vivió en la época contemporánea a la guerra de Troya, entre el 1250 y el 1209 a. C., fechas cercanas a las dadas por la arqueología. Ningún gran historiador griego clásico niega la existencia de la Guerra de Troya, sólo el gran Tucídides pone el duda la grandiosidad de dicha guerra. Heródoto, el padre de la Historia, sitúa la Guerra de Troya hacia el 1250 a. C. y indica que Homero vivió en el 850 a. C. aproximadamente, poco se equivoco ya que la investigación actual sitúa a Homero un siglo después, en el siglo VIII a. C.

Plano de los estratos de la Troya Arqueológica.
A partir del siglo V a.C. aparecen numerosas narraciones o biografías de la vida de Homero, relatos novelescos marcados por la ficción que proliferan en la Alejandría del siglo III a. C. Son las llamadas Vitae Homeri, la más antigua y completa es la llamada Vita Herodotea, que es atribuida erróneamente a Heródoto. Una ficción novelada que sitúa el nacimiento de Homero en Esmirna, con el nombre de Melesígenes, donde fue acogido por el maestro Femio (un poeta con ese nombre aparece en la Odisea) junto con su madre la joven Creteida. Melesígenes partió a conocer mundo con el viajero Mentes, viajando por la península itálica e ibérica. Para recalar finalmente en Itaca, donde conoce las historias sobre OdiseoUlises. Finalmente, se queda ciego y se convierte en poeta errante hasta que decide establecerse en Cime, patria de su madre, donde recibe el nombre con el que pasará a la posteridad, Hómeros eran los ciegos en el dialecto griego de Cime. Ya como Homero visitó Quíos y Atenas antes de morir en la pequeña isla de Íos. 

Homero por Philippe- Laurent Roland, Museo del Louvre.
Estas fantasiosas y poco verosímiles biografías nos ofrecen versiones de su muerte tan curiosas como la que recoge el filósofo Heráclito en el siglo VI a. C.. Según esta versión Homero muere por la gran pena y desazón que el causa el ser incapaz de resolver un acertijo que le propusieron unos niños que estaban matando piojos. La adivinanza rezaba de la siguiente manera “... cuantos vimos y cogimos, a ésos los dejamos; cuantos no vimos ni cogimos, a ésos los llevamos”. Otro episodio curioso que menciona la tradición es el célebre certamen entre Homero y Hesíodo (autor de los Trabajos y los días) pugna poética entre los dos grandes poetas griegos. Y que se saldó con la victoria de Hesíodo, ya que los jueces del certamen valoraron que Hesíodo era el poeta de la paz, mientras que Homero relató en sus cantos la guerra. Lo que demuestra que poco sabían los griegos de su querido Homero con certeza, lo único que seguro es que sobre el siglo VIII a.C. un gran poeta de Quíos o Esmirna alcanza gran fama, y que indiscutiblemente le debemos la Ilíada y la Odisea, y posiblemente otras obras como la Tebaida o el Himno a Apolo

Apoteosis de Homero por J. A. Dominique Ingres, Museo del Louvre.
Los poemas homéricos son puestos por escrito en la Atenas del tirano Pisistrato, en el siglo VI a.C. Y no son editados (divididos en 24 cantos) hasta el siglo III a. C. por los editores de la célebre Biblioteca de Alejandría. Los gramáticos alejandrinos son los primeros en analizar la obra de Homero, y ante las diferencias internas tan obvias que existen entre la Ilíada (una genealogía épica) y la Odisea (una aventura llena de fantasía) se decantaron por afirmar que la primera fue escrita por un joven Homero, y la segunda es obra de su vejez. Aunque algunos alejandrinos se plantearon la posibilidad que la Ilíada fuera de Homero, y la Odisea de otro autor desconocido.

Homero y su Lazarillo, William Adolphe Bouguereau.
Pasaron muchos siglos hasta que el tema de Homero fue retomado el escepticismo del siglo XVIII, de manera que el célebre Juan Bautista Vico en su obra Ciencia Nueva llegó a afirmar que Homero era sólo un concepto o idea creado por los griegos. Pero la disección más relevante sobre Homero la hizo a finales del siglo XVIII August Wolf. Que en sus Prolegómenos a Homero exponía su idea de que los poemas homéricos no eran otra cosa que la unión de diversos poemas breves compuestos diferentes poetas. Según Wolf, Homero daría forma conjunta al material épico del que disponía, lo que explicaría las abundantes repeticiones, el exceso de adjetivos o los errores argumentales de la Ilíada.

Ulises o Odiseo y las Sirenas por Herbert James Draper.
La investigación actual coincide en que Homero fue un recitador, que pudo hacer uso de cantos épicos anteriores y completar con maestría la historia hasta dar forma a sus grandes poemas, la Ilíada y la Odisea. Dos geniales obras de las que nadie duda que son autoria de Homero, un poeta ciego que compuso o estructuró el poema épico acerca de la mítica Guerra de Troya en su juventud. Mientras que en su madurez relataría la fantástica aventura de Odiseo, responsable de la caída de Troya, en su viaje de regreso a su Ítaca natal. De manera que, pesar de las escasas referencias en fuentes fiables nadie duda de la existencia real del gran poeta iniciador de la literatura occidental.

Bibliografía
J. Lataczs. Troya y Homero. Destino, Barcelona, 2003. 
P. Carlier. Homero. Akal, Madrid, 2005. 
O. Martinez. El Enigma de Homero. Historia de National Geographic. Nº 38. 2007.

Comentarios

  1. Hola, Pedro: Pues para ser un personaje tan incierto en su vida y en su muerte (curiosa la teoría de que fue de pena por no hallar la solución al acertijo de los niños), te ha quedado una entrada muy completa y bien ilustrada. Feliz Navidad para tí y los tuyos y hasta la próxima!
    Un cariñoso saludo

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    1. Muchas Gracias Selegna por tus palabras. la verdad es que Homero es un personaje de una gran repercusión en la cultura occidental, pero del que sabemos muy poco realmente.

      Igualmente te deseo Feliz Navidad y que pases muy buenas fiestas. Y, de nuevo, infinitas gracias por pasarte por Mundo de Babel. Otro saludo

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